Cuando uno va al supermercado, uno de los factores más importantes en la elección de la comida (o por lo menos en una gran proporción de la población general) es su precio. Nos preocupamos además de la cantidad de plástico presente nuestros contenedores, nos preocupamos también de la contaminación de nuestro ambiente e incluso ponemos filtros al agua potable. Probablemente nuestro enfoque debería cambiar radicalmente y preocuparnos de los nutrientes que ingerimos diariamente.
Existe un debate continuo respecto a la magnitud de lo que nos puede afectar todo lo que comemos diariamente. La polémica modificación del etiquetado de alimentos en Chile es fiel reflejo de la problemática.
Por lo anterior es de vital importancia objetivar estadísticamente la relación entre la alimentación y el desarrollo de enfermedades.
Hay una discordancia importante entre lo que nuestra mente interpreta como resultado probable a largo plazo y las acciones preventivas que queremos tener a corto plazo. La ciencia nos ilustra el efecto que puede tener el consumo de alimentos procesados en nuestra salud, con las desventajas a largo plazo
Acorde al siguiente estudio, un aumento del consumo de comidas ultra procesadas (bebidas gaseosas, nuggets, pan de confección industrial, etc) involucra un aumento estadístico de cáncer de todo tipo, incluyendo el cáncer de mama. La cifra aproximada es la siguiente:
Un 10 % de aumento de consumo de alimentos procesados equivale a un 10% de aumento en el riesgo de desarrollar cáncer.
Si existen estudios que vinculan el consumo de alimentos procesados con el cáncer, ¿cuál es el rol del Estado en permitir que estos alimentos estén presentes en nuestra dieta?. ¿Si a usted en el rotulado de alimentos le explicaran que el consumo de un producto que comprará puede contribuir en algún grado a desarrollar un cáncer, lo compraría?
Ojo, al parecer es cierto la creencia popular: “Somos los que comemos”.
Referencia:
Fiolet Thibault, Srour Bernard, Sellem Laury, Kesse-Guyot Emmanuelle, Allès Benjamin, Méjean Caroline et al. Consumption of ultra-processed foods and cancer risk: results from NutriNet-Santé prospective cohort BMJ 2018; 360 :k322
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