Naturalmente uno puede pensar que ingerir líquidos calientes es algo un poco antinatural, y nuestro sentido común al parecer tiene cierta razón.
Un estudio realizado en China advierte sobre el peligro del consumo de té hirviendo y la actividad inflamatoria que esto desencadena.
Estadísticamente el consumo de más de 15 gms de alcohol, y el consumo de té hirviendo, aumenta en alrededor de 5 veces el riesgo de cáncer de esófago en la población. Si además de consumir té hirviendo el individuo fuma, tenemos la tormenta perfecta con un aumento 2 veces el riesgo de padecer cáncer de esófago.
Referencias:
Yu C, Tang H, Guo Y, Bian Z, Yang L, Chen Y, et al. Hot Tea Consumption and Its Interactions With Alcohol and Tobacco Use on the Risk for Esophageal Cancer: A Population-Based
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